Desde que el pasado 7 de octubre entrase en vigor la Ley Orgánica 10/2022, de 6 de septiembre, de garantía integral de la libertad sexual, conocida como la Ley del 'sólo sí es si', se han producido a día de ayer: 256 rebajas de condenas y 24 excarcelaciones a delincuentes sexuales.
No está mal para una Ley promovida por la ministra de igualdad Irene Montero, que según su propia Exposición de Motivos pretende proteger a las mujeres, las niñas y los niños frente a las violaciones sexuales.
¿Por qué se están produciendo estas rebajas en las condenas?
La regla general es que las leyes penales no tienen aplicación retroactiva, es decir, no se puede condenar a alguien por un delito no previsto en el Código Penal al momento de "cometerlo", aunque posteriormente sí se regule.
Pero existe una excepción: el principio de la Ley penal más favorable al reo, recogido en el artículo 2.2 del Código Penal: "No obstante, tendrán efecto retroactivo aquellas leyes penales que favorezcan al reo, aunque al entrar en vigor hubiera recaído sentencia firme y el sujeto estuviese cumpliendo condena (...)".
Se trata de un principio básico en el Derecho penal, nada nuevo bajo el sol.
Pues bien, la Ley del 'sólo sí es sí' elimina la distinción entre el abuso y la agresión sexual que existía anteriormente, y si bien aumenta el límite superior de las penas de prisión, al unificar ambos delitos, también reduce el límite inferior de las penas de prisión.
Y ahora estas penas inferiores, son más beneficiosas para los delincuentes sexuales. Por lo que los jueces tienen que aplicar la Ley y reducir las penas de forma obligatoria.
A estas alturas, es evidente que esta Ley es una chapuza jurídica, que está provocando lo contrario de lo que pretende: favorecer a los delincuentes sexuales.
Ante esta situación, la ministra Irene Montero, ha cargado contra todo y contra todos, jueces incluidos: excepto asumir su error. Todo el mundo es culpable, menos quienes han redactado la Ley. Asombroso.
Pese a todo, ni se rectifica la Ley del 'sólo sí es si', ni se reconoce que se han equivocado. Entiendo que, para no quedar mal, no perder votantes y no asumir responsabilidades.
¿Tan grave es asumir un error?, ello esconde una falta mucho mayor que la incompetencia: la soberbia. ¿son esos los valores que la clase política quiere trasmitir a la sociedad?
Debe ser más importante "vender" un éxito disfrazado del más absoluto fracaso, que ayudar y proteger realmente a las víctimas. La lucha por el relato está en marcha.
Otra lucha por el relato, sucede con el famoso protocolo antiaborto anunciado por el vicepresidente de la Junta de Castilla y León Juan García-Gallardo, que supuestamente consistirá en ofrecer a las mujeres que se planteen abortar la posibilidad de escuchar el latido del feto y de ver una ecografía 4D. Un brindis al sol.
Y digo famoso protocolo antiaborto, por el bombo y platillo que se le ha dado a nivel nacional a algo que no existe, ni está, ni se le espera.
Desde el Partido Popular niegan su existencia, desde Vox insisten en que será obligatorio para los médicos ofrecerlo a las mujeres que quieran abortar, se les habrá el olvidado el derecho a la objeción de conciencia recogido en el artículo 30.2 de nuestra Constitución.
Sin entrar en cuestiones de fondo sobre el protocolo, a favor o en contra del aborto, parece ser que las declaraciones del vicepresidente son una cortina de humo para quedar bien y cumplir de cara a sus votantes y partidarios: más lucha por el relato.
¿Y dónde queda la verdad? ¿Y el rigor jurídico? Eso ya es lo de menos. Supongo.