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A mi juicio

Por Sergio Castro González

La vergüenza de España


Asistimos estos días a la proliferación de manifestaciones en toda España por una parte importante de los ciudadanos que se niega a mostrarse impasible ante la autodestrucción del Estado de derecho y la separación de poderes, materializada a través la Ley de amnistía.

El artículo 62 de la Constitución que determina las funciones del Rey, faculta al jefe del Estado a ejercer el derecho de gracia con arreglo a la Ley, pero prohíbe los indultos generales. Nada dice nuestra Constitución sobre la amnistía ¿Podemos clasificar la Ley de amnistía como indulto general? ¿Es constitucional una amnistía? Difícil respuesta.

Si la amnistía tiene encaje o no en nuestro ordenamiento jurídico, lo deberá determinar en su momento el Tribunal Constitucional. Aunque con una mayoría 'progresista' no resulta difícil intuir o anticipar el resultado favorable de un eventual recurso de inconstitucionalidad de la probable Ley de amnistía.

No se trata de abanderar la ideología de ningún partido político, sino de defender las instituciones, el Estado de derecho y la separación de poderes. Si la amnistía es legal o ilegal, no es relevante en este momento, ya que en primera instancia saldrá adelante gracias a los pactos a los que ha llegado el PSOE con los diferentes grupos parlamentarios.

La amnistía es inmoral, no obedece a ningún plan de reconciliación entre españoles, como nos quieren hacer creer sin ningún rubor. Obedece al interés particular de un presidente del gobierno ególatra en grado sumo. Que se quiere aferrar al poder a cambio de la ruptura del Estado de derecho y de la separación de poderes.

Nunca el interés particular por gobernar, había estado tan fuertemente ligado a la autodestrucción de España. La Constitución nos dota de unas normas para propiciar un marco de convivencia y de concordia. Unas reglas de igualdad de todos los españoles ante la Ley. Estas son las reglas del juego. No se pueden cambiar a mitad del partido.

¿Qué mensaje quieren trasladar los políticos a la sociedad? ¿Qué todo vale por un puñado de votos? ¿Qué hay españoles de primera y de segunda? Y no me refiero a los ciudadanos de a pie, como usted y como yo, sino a los políticos, que a cambio de unos cuantos votos para mantener el poder pueden delinquir y exigir su propia amnistía.

Por no hablar que las personas, mayormente políticos beneficiados por la amnistía, no sólo no se han arrepentido, sino que han anunciado su intención de volver a realizar los mismos hechos que nos han llevado hasta aquí. No nos estamos dando cuenta de donde nos estamos metiendo por un puñado de votos para aferrarse al poder.

La realidad es que se están cruzando líneas rojas de muy difícil reconstrucción. No puedo entender el menosprecio y la denigración del poder judicial. Algo básico en toda democracia que se precie de serlo.

No todo vale. Basta ya.