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Con zuecos y pijama

Por Marcos Pastor Galán

El desierto de SegoSacyl


La provincia de Segovia tiembla en estos días. Se rumorea que alrededor de setenta enfermeras saldrán de aquí a trabajar a otras Comunidades Autónomas. El principal receptor, Madrid. No es elección sino obligación, pero tiene su origen y final en el ambiente de tensión electoral actual. ¿Y qué han hecho para remediarlo las autoridades de la Junta? Nada más y nada menos que perderse entre fotografías para los comicios municipales, el nuevo atractivo de los políticos autonómicos.

Allá por 2019 se iniciaban las batallas de las oposiciones sanitarias electoralistas. Las Comunidades Autónomas españolas necesitaban revalidar votos como fuera. Y es que, tras muchos años de deterioro de la sanidad pública y grandes beneficios al sistema privado, las encuestas electorales no dejaban nada claro. Así se iniciaron 'Los juegos del hambre' sanitarios.

Como todo opositor sabe, Castilla y León siempre disfruta con sus oposiciones presumiendo de ser la autonomía más difícil. Así pues, encontramos gente que logra su plaza tras bajar el aprobado a calificaciones inferiores al 4. Mientras tanto, otras autonomías han dispuesto de exámenes infinitamente más sencillos. Todo el que conocía dicha condición en el último proceso, huyó de SACYL para opositar en un lugar más garantista. Yo no fui el caso como se va reflejando.

Sin embargo y contra todo pronóstico, las incorporaciones de aprobados se han dilatado en el tiempo, encontrando años de retraso, hasta ahora. A menos de un mes de unas elecciones tensas, Madrid ha cerrado las incorporaciones en una jugada maestra para mejorar su sanidad pública. Y digo maestra porque, hace algo más de medio año, las protestas movilizaron miles de personas en las calles de la capital, fruto del hartazgo de la población.

Si bien es cierto, era previsible. Máxime cuando el partido político que gobierna ambas autonomías es el mismo, pero Castilla y León adelantó las elecciones, evitando una sacudida electoral por su inacción actual. Desconociendo el dato de otras provincias y centrándonos en Segovia, a golpe de MAZA cerraremos un mes de mayo trágico quenos recuerda a los peores momentos para la sanidad. La diferencia es que en 2013 no se hacían contrataciones y sobraban enfermeras mientras ahora, por el contrario, hay vacantes disponibles pero no enfermeras para ocuparlas.

Se cierra todo lo que se amplió en plena pandemia por COVID-19, desde las camas de UCI hasta las urgencias, se embargan vacaciones, se quitan los refuerzos de personal, ... La sanidad son 24 horas los 365 días, no hay otra opción. Pero si esos "refuerzos" no fuesen contratos de 3 meses sino una plantilla fija, quizás, habría ahora gente aquí que no estaría vaciando la taquilla.

Con la bomba a punto de estallar, se atrasa el examen de oposición que se celebraría el 2 de julio, seguramente por imposibilidad de sustituir los turnos de opositores. Pero, entonces, ¿volveremos a tener un examen dramático o van a tratar de estabilizarnos de una vez por todas? Resulta imprescindible suprimir el proceso de oposición y sacar las plazas por concurso de méritos de una vez por todas, mantener a todo el personal en el puesto actual y garantizar el buen funcionamiento. Pero si algo nos caracteriza es que no caerá esa breva.

Este declive va a afectar a los pacientes especialmente, bien por falta de personal o por el cansancio del existente. Pero se callarán muchas voces cómplices con billetes una vez más, como sucedió hace poco en Madrid. Quizás enfermería podría montar su revolución y aprovecharlo, hablar sobre la calidad asistencial y firmar condiciones inigualables. Pero mejor que todo eso y lo que preferiremos la mayoría, sin duda alguna, sería que nos ahorrásemos las fotos de campaña y se diera un MAZAzo para dar el empleo digno a las enfermeras segovianas.