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Con zuecos y pijama

Por Marcos Pastor Galán

Viruela del mono 2024


Hace unos días se abren los noticiaros con la alerta sanitaria por la viruela del mono. Se nota que estamos en agosto, en plena bajada de temperaturas por el paso de una DANA por la Península Ibérica. Llevábamos un verano soleado, muy caluroso y lleno de noticias vacías sobre política que tenían trascendencia real cero, excepto para los fanáticos. No había incendios reseñables o, al menos, no nos los contaban. Así que la noticia sensacionalista toca el palo epidemiológico.

Y por si la población está tranquila, nos sacan a Isabel Díaz Ayuso en un nuevo acto de heroicidad, hablando de epidemiología. Ella, que arrastra aún en cada intervención los 7291 ancianos que quedaron abandonados a su suerte en Madrid durante la COVID, sin tratamiento paliativo. Este tema lo traté en febrero titulado Protocolos de la muerte que recomiendo leer para saber de qué habla, porque es importante para conocer la base del tema.

Para empezar a calmar a la población, que tampoco se les ve muy pendientes por ahora que están en la playa, creo que es importante remarcar cuál es la forma de contagio. La transmisión de la viruela del mono se inicia de animales a humanos por el contacto con animales portadores o enfermos. Las zoonosis son así, por eso, resulta crucial la cocción completa de la carne y evitar el contacto con animales muertos y mordeduras de los vivos. Especialmente en áreas donde existan animales enfermos (sea de esto o de otra patología).

Sin embargo, cuando una enfermedad se convierte en epidemia, suele ser la falta de medidas higiénicas la causa principal. Si hay algo claro, es que hemos olvidado todo lo aprendido durante la COVID. El lavado de manos frecuente es la barrera principal para evitar cualquier contagio de una enfermedad. Si le sumamos otras medidas, probablemente podríamos haber evitado la COVID, la gripe sería más leve y la mayoría de infecciones bacterianas inexistentes.

El caso de la viruela del mono es fácil de prevenir: No tener contacto directo con las lesiones del paciente infectado y evitar el contacto de saliva y sangre. Es complicado simplificarlo así porque a veces no tenemos claro si la persona está o no contagiada. Pero, realmente, unas medidas higiénicas básicas nos estarían minimizando cualquier posible transmisión. El problema real llega si la infección se extiende por una población grande.

Acerca de la enfermedad, la mayoría de casos cursan sin complicaciones. Pero como todo, cuando algo se extiende a una gran parte de la población mundial, se recaban más datos y se infecta gente vulnerable. Por ello es importante la prevención primaria, evitar. Y sí, hay vacunas porque esto no es nuevo. De hecho, se cree que quienes obtuvieron vacunación contra la viruela puedan estar bastante protegidos. Pero siguiendo las medidas aprendidas con la COVID, será un buen punto de partida para combatirlo.

Sin embargo, no me cabe duda de que esto caerá en saco roto de nuevo y habrá quien aproveche la ocasión. Habrá quien comercialice remedios milagro, noticias falsas, equipos de protección al más puro estilo Tomás y Koldo, quien construya nuevos hospitales con un 400% de sobrecoste y sin licitación, o simplemente, quien decida hacer campaña política ridícula, fácil para contabilizar votos a favor de negacionistas.

La declaración de Ayuso estos días es importante para entender el punto de vista político. ¿Le importa acaso el bienestar sanitario? La realidad es que no, porque es una intervención donde nuevamente demuestra su escaso conocimiento sobre las ciencias de la salud. Si nos basamos en el sistema sanitario de la Comunidad de Madrid y sus carencias, la gestión del Zendal desde su construcción o, sencillamente, sus declaraciones vacías, nos demuestran cuál va a ser la estrategia en lo que resta de 2024.

No es bueno que el nivel político sea tan barriobajero. No es bueno dedicarse a contaminar sin producir. Máxime porque siempre habla quien más tiene que callar, porque desacreditan a los profesionales y, sobre todo, porque generan desconcierto y desconocimiento entre la población. Por eso, una vez más, insisto en las medidas higiénicas como prevención de esta y muchas otras enfermedades.