Sí, para listos, que aún estamos a tiempo. No infravalores el poder del cerebro humano. Me gustaría comenzar este artículo con una reflexión de Rafael Yuste, neurobiólogo español, ideólogo del proyecto BRAIN.

"Hace unos años hice el cálculo y resultó que el cerebro humano tiene tres veces más neuronas y conexiones que nodos en todo el Internet de la Tierra. Y eso lo alimentamos con un bocadillo, el equivalente a una bombilla de 20 vatios. Imagínate que todo Internet funcionara con 20 vatios. Es un problema gordísimo el enorme gasto de energía que supone la IA y toda la industria de las computadoras. En cambio, ahí es donde la naturaleza nos da un sopapo y nos enseña todo lo que es capaz de hacer con nada."

Me duele leer barbaridades acerca de cómo la IA está terminando con los trabajos, que dentro de poco pensará por nosotros e incluso que nos gobernará. Nos encaminamos hacia la extinción, pero por nuestra propia estupidez, no porque las máquinas nos vayan a adelantar por la derecha.

Amigos míos (mi padre y Javier, que son lectores acérrimos de este blog), no hay de qué preocuparse. Si supierais lo delicado que es todo en el mundo de la informática? un mal cable, una conexión defectuosa, un administrador de sistemas que no ha pegado ojo en toda la noche debido a que su hijo de tres años ha cogido algún virus en el cole, o un político que, de un momento a otro, decide que hay que ser más verdes y cierra nodos tecnológicos. El factor más nimio (o imprevisible) podría provocar una catástrofe. O lo que es lo mismo, dejarnos o limitarnos la conexión a Internet. Y ahí se terminó todo lo que la IA puede hacer.

Como expliqué en mi artículo sobre el futuro de la inteligencia artificial, lo que tenemos hoy en día son "programas" similares a los de hace 20 años, pero con una capacidad infinitamente superior a nivel de capacidad (tamaño) y aprendizaje (muestra de datos con lo que han aprendido).

Ojalá existiera una IA que se encargue de llamar a mi centro de salud para pedir cita o pelear con la administración para cubrir los 32 trámites necesarios para solicitar un papel. Eso sí sería alucinante, pero de momento, sólo sabe hacer cálculos probabilísticos. Para que nos entendamos: es una calculadora gigante con muchísimos datos que genera la mejor respuesta a tu pregunta. Y se equivoca si los datos de los que ha aprendido no eran correctos.

Lo disruptivo es que hemos conseguido mejorar la manera de interactuar con estos "programas" y contextualizar las respuestas. Pero siguen sin entender la ironía humana, ¡ja!. 

• - Primer limitante: cada IA se entrena para resolver un problema concreto. Por ejemplo, si ha sido entrenada para identificar fraudes bancarios, no le pidas que te ayude a hacer un plan nutricional.
• - Segundo limitante: un programa informático no tiene miedo, ni siente empatía, ni orgullo. No esperéis que sus resultados os emocionen, aunque eso también pasa con el 61% de las personas.
• - Tercer limitante: no hay novedad ni creatividad. Se va a limitar a ofrecer una respuesta basada en algo que ya existe, así que no esperes algo único ni un punto de vista diferente.
• - Cuarto limitante: si los datos con los que se han entrenado tienen sesgo (racial, político, etc.), se trasladará a las respuestas.

No hay nada que temer. La inteligencia artificial a día de hoy es una ayuda para automatizar y mejorar ciertos procesos. Nada más. El cerebro humano sigue siendo más eficiente y desbordante (al menos el de algunos).

Por ejemplo, la imagen que ilustra este artículo ha sido generada en 7,8 segundos tras mi petición de 'Dios' con Midjourney, una IA entrenada para generar imágenes en base a solicitudes.

Además, ¿la IA qué va a hacer si se enfada?, ¿quemarme el café de la cafetera y bajarme las persianas?.