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Patada en los güevos


Un establecimiento comercial de Ávila ha colocado en sus fachadas, digo fachadas porque hace esquina y ya se sabe que las esquinas son lugares preferidos por los canes para marcar territorio, unos letreros que rezan lo siguiente: ROGAMOS A LOS PERROS QUE NO NOS ORINEN LA FACHADA. LOS DUEÑOS PARECE QUE NO LO ENTIENDEN. GRACIAS.

No acompaño fotos de lo que puede verse en la zona, en un radio que no supera los 20 metros de donde han colocado la petición, no quiero contribuir a la imagen que tal situación transmite de la ciudad donde vivo, porque no es una excepción, son muchas las calles que presentan el mismo aspecto.

Señores del Ayuntamiento, creo que hay una patrulla municipal denominada verde que podría ocuparse del tema y si es necesario amplíen su plantilla o mejor, creen alguna especializada en vigilar la ciudad y cuando vean a un perro meando en una fachada que le peguen una patada en los güevos. Al dueño, no al perro.

Bromas aparte, si no existe la ordenanza o no se vigila suficientemente, créenla y doten de medios para su cumplimento, que los dueños de perros que se comportan tan incivilizadamente paguen los gastos de limpieza y el daño a la imagen de la ciudad, una buena multa por guarros.

Tampoco estaría mal que el carrito móvil de agua a presión hiciera unas horas extra, y si no es suficiente, compren otro o los que sean necesarios, que los chorros del camión botijo que lava las calles no llegan a las uniones de fachadas con aceras, o no es la herramienta adecuada, además de que también debe estar sobrecargado de trabajo, visto que algunos parques se vuelven intransitables por el guano de los tordos y se limpian muy de tarde en tarde.

Otra cuestión unida a la anterior, aunque por si sola justificaría que el señor alcalde y sus concejales no cogieran vacaciones, es el asunto de las obras en la ciudad. También aquí, y demostrando menos delicadeza que los anteriores, los ciudadanos afectados han expresado su cabreo en los letreros que les indican la ruta que deben seguir para entrar y salir de sus garajes, completando con rotulador los textos con menciones a la madre de los miembros de la corporación municipal, parece que han superado el límite de su aguante y perdido la paciencia y el decoro.

Lo de las obras es de risa, no se quien las planifica, pero, o piensa poco, no sabe, o le pega al morapio antes de ponerse a organizar, sentido común demuestra poco, calles que se abren y tapan hasta tres veces en un año, cerradas al tráfico durante meses, calles y plazas remodeladas totalmente, cuando en algunos casos no sería necesario o bastaría con un arreglo que las adecentara, operación asfalto que convierten el transito por la ciudad en una aventura laberíntica. El miércoles cerraron al tráfico el puente Adaja y lo han vuelto a abrir sin ejecutar los trabajos ¿qué razón les habrá hecho cambiar los planes?

Hacer tantas obras a lo bestia, y más en el mes de agosto, cuando aumenta el tráfico rodado, demuestra poca cabeza o consideración con los vecinos y visitantes, porque si yo, que llevo 30 años viviendo en Ávila, es raro el día que uso el coche y no me doy de bruces con alguna valla con la que no contaba, que decir de los forasteros, he visto a alguno pasar tres veces por el mismo sitio en diez minutos, me imagino a la señorita del navegador diciéndole: jo macho, eres mas zoquete que el tocón de un alcornoque centenario, no me haces ni caso; no sabe la señorita como se las gasta el ayuntamiento de Ávila en cuestiones de vías y obras.

Se dice que los toros se ven muy bien desde la barrera, que pisar la plaza es otra cosa. Justifican, muchas veces, que la difícil planificación de las obras se debe a que el coste de muchas de ellas está cofinanciado con ayudas que imponen unas condiciones y unos plazos cuyo cumplimiento acarrea muchas dificultades, puede que sí sea parte de la razón, pero seguro que no del todo. También se dice que hay favores que matan, quizá, en mas de una ocasión, resulte mas rentable renunciar a la ayuda y no ejecutar una obra, que solo obedece a esa razón, y ahorrarse un dinero que puede ser mejor empleado o evitar subidas de impuestos para fines innecesarios.

Hablando de subidas de impuestos ¿es verdad, señor alcalde que están pergeñando pegarnos otro palito en breve? Entre otros, subirán el IBI y teniendo en cuenta sus costumbres, el estacazo que nos dieron recién llegados al gobierno municipal, ya nos podemos preparar, ser propietario de vivienda propia en Ávila, entre IBI e IRPF, va a salir más caro que vivir de alquiler, el alquiler desgrava y los arreglos los paga el arrendador, puede que, por eso, entre otras cosas, los alquileres estén subiendo tanto. ¿No se podrían reducir gastos para así hacernos menos gravoso el mantenimiento del consistorio?