Hace unos pocos días podíamos leerlo en Tribuna. "La pandemia se lleva por delante 400 establecimientos hosteleros en Valladolid en poco más de 20 meses". Se trata de algo terrible, devastador. En apenas dos años, más de un 10% de bares y restaurantes de la provincia han echado abajo la persiana para no volverla a levantar. Hace apenas unos meses, en febrero, ya traté este tema en este blog por lo llamativo que me parecía... y solo acababa de comenzar.
Piénselo fríamente. Cerca de 400 personas, con sus correpondientes familiares y cercanos, a las que no les ha quedado otra opción que quedarse sin su forma de vida. Los fallecimientos son lo más escalofriante que hemos tenido que vivir esta pandemia, pero otros problemas como la pérdida de trabajos ya afloran de manera visible. No hablemos de los problemas de salud mental, que ese es otro tema a tratar en profundidad.
Por eso voy a aprovechar este pequeño espacio que se me brinda para hacerle una pequeña recomendación, una sugerencia; haga uso siempre que pueda del comercio de proximidad. Hay múltiples razones para hacerlo. La primera de ellas, beneficiar a aquellos de quienes nos rodeamos. Su vecino, sus amigos, sus propios familiares. Que la economía y el dinero que gastamos se quede en nuestro círculo cercano es algo que debemos cuidar. Pero hay mucho más.
Invertir en comercio de cercanía supone menos contaminación en nuestra sociedad, en nuestro entorno, porque hacen falta menos recursos para que el producto llegue directo del productor al consumidor. Se evitará usted desplazamientos y por tanto ganará tiempo. Aunque no lo crea, la mayor parte de cosas que necesita las puede encontrar en su barrio. Y el trato, no nos engañemos, suele ser más cercano en pequeñas o medianas tiendas que en las grandes superficies.
Esto es algo que no solo se enfoca a la hostelería, por supuesto. No se quede solo con los 400 bares y restaurantes de Valladolid cerrados. Esto afecta a todo tipo de negocios. De alimentación, de servicios varios, de industria, de todo. Piénselo la próxima vez que se le rompa algo que necesite nuevo en casa o que vaya a ir a comer un sábado cualquiera.
P.D. IZAL acaba de estrenar su nuevo single, 'La mala educación', y me parece que merece la pena escucharlo.