La quinta ola, culpa de los jóvenes. Seguro que ha leído este titular ya unas cuantas veces. Muchas. Quizá demasiadas. Una generalización que, como suele ser habitual en las generalizaciones, es odiosa. Sí, es obvio que los números demuestran que ahora mismo la juventud representa una parte considerable, por no decir la mayoría, de los contagios en la sociedad española. Pero lo que no es de recibo es precisamente esa generalización, meter a todo el mundo en el mismo saco.
Sí, también es evidente que hay mucha gente incumpliendo las medidas sanitarias entre estos jóvenes. Esos son los censurables, a los que hay que atacar. A ellos y a quienes permiten que incumplan la legalidad. Las autoridades deben cumplir su papel y mantenerlos a raya, asegurar que no haya fiestas o lugares desmadrados donde se den los contagios. ¿Que es difícil hacerlo? Desde luego, pero si votamos es porque confiamos en las instituciones y en su funcionamiento.
Sea como sea, hay que ser comprensivo con la juventud en general. También hay quienes se contagian sin siquiera incumplir las normas, haciendo lo que el Gobierno y la Junta les permiten hacer. Al fin y al cabo es lógico que haya incremento de casos cuando poco a poco se han ido quitando restricciones. ¿Acaso esperábamos otra cosa?
No podemos tener miedo a volver a la normalidad mientras sean precisamente ellos, menos afectados y perjudicados por la enfermedad, quienes se contagien. Lo importante, no lo olvidemos nunca, es que no haya hospitalizaciones ni fallecidos. Y esto está siendo así en la mayoría de provincias de España. Podría ser peor.
P.D. Videoclip de 'Podría ser peor', de La Casa Azul.