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Sin límites


Creo que el éxito está al alcance de todo el que quiera cogerlo, pero también creo que muchos dejan que algo los separe de su oportunidad de triunfar, y entonces se justifican.

 

    En realidad, todo tipo de éxito es definido por cada uno de nosotros y por lo tanto las limitaciones y las barreras que se nos presentan también. Es un tablero en el que las reglas son propias, y los jugadores que se sentarán en la mesa, y el tiempo que durará la partida, y así cada aspecto del juego.

    Pero digamos que en lugar de verlo así nos permitimos el lujo de pensar, incluso de creer en lo contrario. La sencillez con la que nos cargamos de malos pensamientos a lo largo de todo un día tiene un factor que aun sabiéndo sobre él, nos sigue sorprendiendo: destroza lo mejor de nosotros y establece un límite a nuestra capacidad. Estoy convencido de que son los límites propios y no los que hemos creído como naturales al ser humano lo que nos dificulta hacer de nuestra vida todo lo que debiera ser.

    Si las personas no somos coscientes de qué es lo que nos limita resulta complicado que superemos cualquier barrera que se nos presente, y tampoco qué lecciones se encuentran detrás de dichas barreras. No podemos superar lo que no podemos ver, es así de sencillo.

    Lo que he aprendido a lo largo de la vida es que una persona exitosa siempre es aprendiz, y no maestra. No ceja en su empeño por cometer errores, por pasar de los límites autoimpuestos y superarse a sí misma. La única vía capaz de llevarnos a nuestro potencial personal es la que pasa por el aprendizaje del error y no por la melancolía y la frustración. Si quieres crecer, fracasa. Tan siemple como eso.

    Tenemos tanto miedo a quedar expuestos, a ver lo vulnerables que somos y que otros puedan verlo también que lo tapamos todo, hasta la posibilidad de crecimiento. ¿Qué hay de malo en parecer la pera pocha del árbol? De nuestra caída brotará un peral nuevo. Eso siginifica crecimiento. Cuando uno ve que con su caída también van a caer algunos de los límites de su vida estaremos más predispuestos a fallar para después mejorar.

    Como se suele decir, en la vida solo hay dos tipos de dolor, el de la disciplina y el del arrepentimiento. Todo cuanto imaginamos entonces está tan cerca de nuestras manos que podemos cogerlo con solo extender los brazos de la confianza, y desde entonces comenzar a vivir como hasta ahora no hemos podido hacerlo. Sea reunirse con una persona del pasado, dejar de soñar con alguien que nos quiera y comenzar a conocerla, sentirnos bien aunque no tengamos dinero, una vez en posesión de un objetivo, el de superarnos, el engranaje con el que encajan todas las piezas con las que se toman las decisiones que lo cambian todo comienza a funcionar.

    Como dijo Abraham Maslow: "En resumidas cuentas, el músico debe tocar, el pintor debe pintar y el poeta debe escribir, si quieren vivir en paz consigo mismos." Si sabemos quiénes queremos ser y qué queremos de la vida para nosotros solo tenemos que pensar en un plan y comenzar la actuación de errores hasta llegar al éxito. Todo lo que no sea eso estorba y es una excusa.