Por favor, aguanten la respiración solo una semana más. No salgan de casa. No hablen con sus vecinos. No vean la tele. Solo son siete días.
El próximo lunes ustedes llegarán al paraíso, serán los primeros invitados a entrar en la tierra prometida, en el edén.
Nadie dijo que fuera a ser fácil, pero entre todos, con el esfuerzo, empeño y sacrificio de todos,el lunes les llegará la recompensa, el triunfo final, la meta lograda.
Hemos vivido cinco años que nunca se olvidaran en nuestras vidas.
Los filoetarras, comunistas, bolivarianos, violadores e independentistas habían convertido nuestra ciudad en un espacio irrespirable. Incluso por momentos estuve a punto de valorar irme a Madrid para disfrutar de la libertad, la verdadera democracia y los valores de siempre.
Cada vez que leía en este medio las opiniones de los colaboradores habituales, más ganas me entraban de irme a Italia o al Reino Unido.
Pero el próximo lunes, por fin y gracias a Dios, todo cambiará.
Volveremos como los españoles de verdad a recuperar los valores tradicionales de la familia, como ha sido siempre, y esperemos que siga siendo.
La gente de derechas, como Julio Iglesias o Bertín Osborne, por poner un ejemplo de personajes conocidos, saben que la familia y los hijos es lo más importante que tenemos, por eso los debemos de cuidar, proteger y mimar. La familia es el germen de todo y los valores que en ese espacio seamos capaces de transmitir serán clave en su futuro.
Dejémonos de teatros en la calle de perroflautas mantenidos y alegrémonos de que Morante estará en nuestro coso, en pocas semanas.
Apliquemos a nuestros jóvenes de una vez la cultura del esfuerzo y del compromiso, como me consta que hace nuestro alcalde, elegido democráticamente, que es el primero que llega a la casa consistorial y es el último que se va. Solo de esa manera se consiguen los objetivos y se transmiten a los demás miembros del equipo los estímulos necesarios para alcanzar cualquier meta.
Los ciudadanos de esta ciudad, como Eva, un día alguien nos convenció y mordidos la manzana, sabíamos que estaba envenenada, pero lo hicimos y se nos expulsó del paraíso.Cinco años después, hemos convivido con odios, rencores, reproches y miedo, pero esto ya se acabó.
Con un poco más de empeño lograremos que los sindicatos desaparezcan del todo, los homosexuales se cuiden mucho de mostrar públicamente su condición y los carriles bici se trasladen a Amsterdam, que es donde deben de estar.
Han sido cinco años que pasarán a la historia de nuestro país como los peores que hemos vivido. Prueba de ello es que los hoteles este año están semivacíos y en nuestras terrazas los camareros juegan con el móvil a la espera de que alguien se siente a pedir una consumición.Pero en una semana, solo en una semana, la pesadilla se acabará, así que tranquilos.
No es fácil lograrlo, pero por fin tendremos un gobierno decente en la ciudad, la comunidad y el país. Así que a brindar por haber logrado las TRES EN RAYA