La primera vez que oí hablar de José Félix Tezanos fue en la precampaña de las elecciones municipales y autonómicas de 1987. Ya era un "reconocido cocinero socialista", no por su reputación en los fogones, si no por su creativa interpretación de las encuestas electorales y de opinión del momento. Se ha hecho mayor y el vicio se ha convertido en enfermedad. Su imaginación ha tornado en consentida manipulación del Centro de Investigaciones Sociológicas a costa del erario público.

Si el personaje tuviera la más mínima vergüenza (propia o ajena), habría dimitido el pasado domingo por la noche tras el mayúsculo fracaso de las predicciones electorales del CIS. Ya había errado de manera grotesca en las anteriores elecciones autonómicas de Castilla y León, Andalucía y Madrid. Sin inmutarse. La jeta de Tezanos pasará a la historia, así como la responsabilidad de su jefe directo.

Por citar algunos casos, el CIS de Tezanos auguraba que el PSOE mantendría el poder en ayuntamientos como Valladolid, Segovia, Sevilla o Valencia. Pleno, cuatro de cuatro. Y en las comunidades autónomas valenciana, aragonesa y balear. Pleno, tres de tres. Ni siquiera acertó con los ayuntamientos de Madrid o Barcelona. Ni en la predicción global, el PSOE ganaría al PP en el conjunto de votos a nivel nacional. Zasca monumental, pese a que no se sienta aludido. Acertar con Asturias y Castilla-La Mancha no es atenuante.

España todavía está en pañales a niveles democráticos básicos. Un país asentado no puede consentir que nadie utilice de esta manera tan burda una institución pública. El descrédito del CIS ha alcanzado las cotas más denigrantes, sus profesionales se esconden, los ciudadanos se mofan pese al apoyo incondicional de los más cafeteros, entre ellos un nutrido grupo de tertulianos que se dicen "progres". ¿Esto es progreso?

En menos de dos meses volvemos a tener elecciones, candidatos, urnas, mítines y sondeos del CIS... Podría parecer una macabra broma, pero es cierto, Tezanos nos deleitará de nuevo con sus profecías políticas, sus trucos y su habitual soberbia. Sin inmutarse, la culpa es y será de los españolitos de apie que no votan lo que indica el CIS. Seremos zoquetes, nos dicen lo que hay que hacer y respondemos como nos parece oportuno.

Tezanos, vete ya, déjalo, disfruta de tu merecida jubilación, que ya tienes años suficientes como para dedicarte a distintos menesteres. Permite que otros hagan un trabajo que merece todo el respeto y reconocimiento social. Nadie te obliga a permanecer ni un minuto más al frente de un organismo que, en las manos adecuadas, resulta de enorme utilidad para conocer el latir de la gente, de una sociedad que está cansada de que la intenten manipular.

Si no te vas hasta que te echen, al menos no vuelvas a repetir aquello que dijiste en tu última comparecencia en el Cogreso de los Diputados: "Las encuestas del CIS son las más fiables, valen por cuatro de las otras". No hagas más el ridículo y no gastes más mi dinero en tus juegos políticos.

Espero con ansiedad tu próximo sondeo electoral.