Malta es una pequeña isla en medio del mar mediterráneo cuya gastronomía y facilidad para moverse por el país puede ser el destino ideal para una escapada por Europa en esta época. Uno de los planes que no te puedes perder es la de recorrer las llamadas tres ciudades de Malta, las cuales son Vittoriosa, Senglea y Cospicua. Las tres están pegadas una a la otra y no sabes donde termina una y comienza la siguiente si bien cada una tiene su propia personalidad.
Caminar por Malta es zambullirse de lleno en la Europa Barroca, una época de esplendor cultural que se refleja en la arquitectura y muchos de los edificios del lugar. Por contra, hay que destacar que estas ciudades se vieron gravemente afectadas por los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Nosotros comenzamos a recorrer Vittoriosa, donde fachadas de piedra, balcones de colores, figuras de vírgenes y santos en las esquinas, macetas y flores, muchas flores adornan las calles de esta urbe también conocida como Birgu.
Senglea se asoma entre muros al mar, mantiene su belleza a pesar de sufrir los efectos de los bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial por parte de la Alemania nazi y la Italia de Mussolini. Aunque se dice que sus principales atracciones son la Iglesia de la Natividad de la Virgen y el Fuerte de Saint Michael, lo cierto es que lo mejor de Senglea es perderse por sus calles, sentir el ritmo del lugar y dejarse fascinar.
Para rematar la jornada, llegamos a Cospicua, conocida también como Bormla. De mayor tamaño que las anteriores, fue la última en ser construida y aquí, las calles se ensanchan un poquito y el ritmo del tráfico aumenta. Cabe destacar, entre otros muchos lugares, su Iglesia de la Inmaculada Concepción. Al caer la tarde, la quietud y la calma invaden este lugar, tan sólo roto por el tañido de las campanas que llaman a la oración. Así que, si nunca te has planteado visitar Malta, es hora de comenzar a hacerlo.
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