Aunque eso del multiverso no es ninguna novedad, parece que de un tiempo a esta parte está más de moda que nunca. Desde el arrowverso, en la televisión pasando, por supuesto, por los recientes desaguisados que rodean al Dr. Strange. 

 

Pero hoy os voy a hablar de un multiverso diferente. Ese en el que vive, sin saberlo, por supuesto, Evelyn Wang. Evelyn es una inmigrante china que vive en Estados Unidos, donde tiene una lavandería con su marido, con el casó en contra de la voluntad paterna, hace más de veinticinco años, y con el que tiene una hija. 

 

Evelyn no es feliz. Se siente abrumada por un marido con el que no tiene comunicación, una hija a la que no entiende, un padre que, ahora, a la vejez, se ha plantado en su casa, para que le cuiden, y la responsabilidad de su negocio, que para colmo, está en plena inspección a manos de la persona más desagradable que existe. 

 

Entonces es cuando su marido (o no) la va a sorprender explicándole que existe un multiverso, y que de todas las Evelyn que existen en él, ella es la única que puede salvarlo. Para ello debe acceder a los conocimientos de cada una de ellas, y la manera de conseguirlo es poniéndose en situaciones absurdas. Muy absurdas. 

 

Protagonizada por Michelle Yeoh, una de las mujeres que más papeles ?frikis? ha interpretado en la historia del showbusiness (clásicos de artes marciales, como Tigre y Dragón, pelis de James Bond, Star Trek, Marvel, Avatar, clásicos de animación); está acompañada por dos rostros más que conocidos para la generación EGB: Jamie Lee Curtis y Ke Huy Quan, sí Tapón o Data, depende de si le conocéis como el compañero de Indiana Jones o como uno de los Goonies. Junto a ellos Harry Shum Jr. o James Hong, como representación de de varias generaciones de actores asiáticos.  

 

Esta es una de las películas más divertidas que he visto en los últimos tiempos. Súper recomendable.