Muchas veces os he hablado desde aquí de las dos grandes franquicias que posee el gigante del ratón: El universo Marvel y la saga Star Wars.

Y hoy os voy a hablar de una serie de cada una, muy, pero que muy diferentes entre ellas.

Por un lado nos encontramos la magnífica X-Men 97.

Ya estaréis cansados de leerme (y de oírme, los que veis mi stream de los domingos en YouTube y Twitch) diciendo que, al igual que la pasada década fue la era de las series en plataformas de streaming, en la actual, que llevamos casi a medias, estamos en el momento de los reboots, remakes, spin-offs y adaptaciones. Vamos que hay pocas series realmente originales.

X-Men 97 es un reboot de la serie animada X-Men: The Animated Series (1992–1997), que, algunos recordaréis (qué lejos quedan los noventa). Pero un reboot de los buenos.

Tremendamente fiel a los cómics, esta serie recupera muchos de los personajes de aquella (incluidas muchas de las voces originales) en la lucha del grupo de mutantes contra los villanos, que siempre planean una maldad aún mayor, y contra los humanos, que como sucede en tantas historias de ficción, y en la vida real, rechazan a todos los mutantes, malos y buenos, por desconocimiento y estrechez de miras.

La pasada primavera se estrenó la primera temporada, de episodios de entre 30 y 45 minutos, más largos de lo que estamos acostumbrados en la animación habitualmente, y ya se está preparando la segunda.

Súper recomendable, para los amantes de Marvel, especialmente de los cómics.

Y, ¿cómo os digo lo que pienso de The Acolyte? Iré directa al grano. Es un bodrio.

También me habréis escuchado decir alguna vez que a Disney se le están yendo las cosas de las manos. Menos series y películas de la saga Star Wars, y más calidad, por favor.

Excepto contadas excepciones, como Rogue One, como película, y Mandalorian y Andor, (venga, incluiremos a Ahsoka, por lo muchísimo que me gusta el personaje) entre las series, la calidad y el interés de las historias en la última década, ha dejado bastante que desear. 

Estaba esperando, por si con el avance de los episodios la cosa mejoraba, pero no. The Acolyte es lo peor que se ha hecho en la historia de la saga. Peor que Solo. Solo a la altura de la serie de los Ewoks, alla por los ochenta, que, muy convenientemente, ha sido eliminada del canon.

Y eso que los actores que participan tienen ya cierto recorrido en series y películas de éxito comercial: Lee Jung-jae, al que vimos en el Juego del Calamar, Manny Jacinto, estuvo en The Good Place (aunque su destino era el malo; tendréis que ver la divertida serie para entenderlo); Amandla Stenberg era Rue en Los Juegos del Hambre (el personaje que mataba Jack Quaid en su primer papel) y Dafne Keen (Fernández), que Laura en Logan o Lyra en His Dark Materials, y, que, habréis adivinado por su segundo apellido, es española, concretamente de Chamberí (como yo).

Si a pesar de todo, queréis verla (tiene un 3,4 en IMdB, yo no digo nada), la tenéis disponible en Disney. Dudo que la renueven para una segunda temporada.