Ya tenemos gobierno. Ríos de tinta se han consumido tratando su estructura y sobre los miembros titulares de los distintos ministerios. Una cosa está clara, que de pensar en ahorrar algo, nada de nada, se mantienen los 22 ministerios cuando se podía haber tenido algún gesto, sobran unos pocos escasea el dinero.
Y sobre sus titulares, llama la atención que se haya nombrado como titular de Transportes y Movilidad Sostenible a Óscar Puente, bien pagados los servicios prestados al líder. Si, al menos, solo fuera ministro de movilidad sostenible, sería uno más de los ministerios que solo sirven para quemar presupuesto y colocar a los incondicionales, pero Transportes es un ministerio de importancia, necesitado de un titular de una talla que cuesta creer posea el Sr. Puente.
Y en Sanidad, siendo uno de los ministerios de mayor calado, Mónica García, por dios, parece como si a Pedro Sánchez la salud de los españoles no le importara. Va a ser cuestión de que, todo aquel que se lo pueda permitir, se plantee hacerse un buen seguro médico. No sé por qué se preocupa la sanidad privada, lo más probable es que le aumenten los clientes.
Los cambios de denominación también tienen su aquel, por ejemplo, al ahora denominado de Juventud e Infancia, con una titular que se las trae, y uno más de los de relleno, bien podrían haberle añadido de asuntos caninos y felinos, porque, no es que yo lo diga, salgan Vds. a la calle y cuenten, cuenten cuanta gente empuja un carrito de niños y cuantos sujetan la correa de un perrito, cuenten, cuenten, o pásense por su ayuntamiento y pidan las cifras del padrón y el censo de mascotas, comprueben cuantos niños, perros y gatos habitan las viviendas.
No es plan de dar un repaso al gabinete completo, esperemos los cien días de rigor y ojalá para entonces pudiéramos decir que nos equivocamos, porque la composición no invita al optimismo.
Una cosa está clara, a la hora de nombrar ha primado el aspecto político, nombrando a los ministros en función de su disposición a obedecer ciegamente al líder y a hacer todo aquello que convenga al partido, aunque vaya en contra de los administrados, en lugar de nombrar a buenos administradores, ministro y administrador son sinónimos. Hubo un tiempo en que el partido socialista así lo hacía y es seguro que entre sus filas tiene gente capacitada, al menos por ahora, no sabemos por cuanto tiempo, porque, o se van o los echan. Administrar bien, y, sobre todo, gobernar para todos, incluida la gente de derechas, al partido socialista, ni le importa, ni le gusta. Ellos piensan gobernar para los suyos y para los que les chantajean, estos últimos les van a convertir la legislatura en un calvario, del resto de ciudadanos ni preocuparse, y a la derecha, si se puede, además se la fastidia.
El Tribunal Supremo ha anulado el ascenso de Dolores Delgado que, hizo a dedo Álvaro García Ortiz, fiscal general de estado nombrado por ella, vamos que ellos se lo guisaron y se lo comieron, se supone que con la connivencia del partido al que pertenecen y que nos ha demostrado el poco respeto que tiene a la justicia. Se puede ser todo lo lego que se quiera en justicia, pero pensar que la ley pueda consentir tales abusos no le puede entrar en la cabeza al más despistado, más bien se pensaría que ley que tal cosa consintiese sería un enjuague jurídico de la peor calaña, así que la sentencia del Supremo responde a la lógica más aplastante y se supone, digo que se supone, porque a cosas más extrañas hemos asistido, que a la ley. Los jueces del Supremo deben haberlo tenido fácil, aunque, como de costumbre, las sentencias se dilatan en el tiempo, cuando deberían ser más rápidas, una justicia rápida, es una justicia mejor.
Pero la pregunta que desde la calle nos hacemos es ¿y ahora qué?, se van a anular todas las acciones que Dolores Delgado haya ejecutado desde su nombramiento ilegal? ¿va a devolver el sueldo cobrado por ocupar un puesto que no la correspondía? ¿Se va a penalizar por causa muy grave a quien la ascendió? Son muchas las preguntas que, seguramente, tendrán como respuesta que aquí paz y después gloria. Los ciudadanos asistimos estupefactos al espectáculo cotidiano de cómo se presentan recursos ante la justicia de los que después no sabemos cuáles son los resultados prácticos. El gobierno de Pedro Sánchez nos confino a todos durante meses y se sentenció que tal acción fue inconstitucional, aunque hubiese sido un error, que no fue el único ¿cómo es que siguió de presidente del gobierno?, será legal pero inentendible, y es un ejemplo de los muchos a los que asistimos atónitos, en estos días con avaricia. En este caso, un aspirante al puesto, con más derechos, presentó uh recurso, si no, se salen con la suya, no hay juez ni fiscal que actúe de oficio si tiene que ir contra miembros del gobierno, que digo del gobierno, ni del partido socialista, no se atreven.
A Dolores Delgado y a su partenaire Baltasar Garzón, no hay quien les meta mano, y mira que vendría bien darles un buen repaso, no solo por lo que mejoraría la imagen de la justicia, sino de todas las profesiones relacionadas con el derecho, si yo fuera abogado, me avergonzaría tener semejantes compañeros de profesión.