Sigue ocupando titulares y espacio en medios de comunicación la tragedia valenciana, normal, teniendo en cuenta su dimensión, pero ya ha perdido actualidad, está todo el pescado vendido, como vulgarmente se dice. Demostrado ha quedado que quienes deberían haber estado al pie del cañón desde el primer momento, no lo han hecho, no han estado a la altura de gobernantes medianamente decentes, y no solo el gobierno de Pedro Sánchez, también el de Mazón ¿Qué omisión ha sido mas grave?, para mí la del gobierno de la nación, aunque solo sea porque manda más y tiene los medios que no ha empleado a tiempo, los pida o no los pida la comunidad afectada ¿Quién va a creerse que quien se ahoga rechace la cuerda que le tienden, o pregunte a quien la ofrece la salvación si es amigo o enemigo? Pues aquí, se ha dado la sensación de que sí, de que se ha hecho la pregunta, y no ha sido el pueblo abandonado, si no unos miserables que han pensado antes en hacer daño al adversario que en ayudar al ciudadano.
Quizá ya sea momento de aparcar un poco, que no olvidar, pues los afectados van a necesitar mucha ayuda y mucho tiempo para rehacer sus vidas, algo que no van a conseguir nunca al cien por cien, es imposible después de lo que han sufrido, pero no les olvidemos, porque si lo hacemos los ciudadanos, antes lo hará el gobierno y muchas promesas quedarán en agua de borrajas.
Aunque con una importancia innegable, casi puede tomarse a chirigota la actuación de Pedro Sánchez Gallinita, que espectáculo, ni siquiera en compañía de reyes, quienes, si demostraron saber estar, fue capaz de comportarse, antes me dejo yo descalabrar que salir corriendo, por esto también pasarás a la historia Pedro, no lo dudes.
Cuando me dijeron que Pedro Sánchez ligaba las ayudas a las inundaciones a la aprobación de los presupuestos, mi respuesta inmediata fue: eso es mentira, no me cabía en la cabeza que alguien pudiera alcanzar tal grado de miserabilidad, pero sí, es verdad, lo ha afirmado Pedro Sánchez, maestro del chantaje que, sin importarle aprovechar una desgracia tan enorme, chantajea al PP queriendo calificarle de lo que es él, y si el PP cae en la trampa, es que son unos panolis que se merecen desaparecer, les ha dado otro asqueroso y burdo motivo para decir que no, si no hay ayudas, o se recortan, porque Pedro valora más mantenerse en la poltrona que ayudar a las víctimas, no hay más culpable que un gobierno miserable que vuelve a poner sus intereses por encima de los de los gobernados y, además, cómo si no se pudiera hacer de otras cien maneras e incluir las ayudas en los presupuestos fuese garantía de que les van a llegar a los damnificados en mayor y mejor medida y no van a acabar financiando embajadas catalanas en el extranjero y la vidorra de Puigdemont en Waterloo, entre otras actuaciones de un gobierno felón.
A reírse por no llorar toca. Ana Redondo, ministra de Igualdad, planteó, hace falta ser lela y ruin, aprovechar la tragedia para hacer proselitismo del cometido de un ministerio que, no es que no sirva para nada, es que hace mas perjuicios que beneficios y consume unos recursos que estarían mejor empleados en otros ministerios, como el de Sanidad, por ejemplo, que también tiene por titular a otra lumbrera. Un mes de espera para una vacuna que se pone en treinta segundos, y más de un año en cirugía y traumatología. La sanidad que considerábamos la joya de la corona de los servicios públicos se deteriora a marcha forzada, cualquier usuario reciente puede constatarlo, y ahora, con las necesidades derivadas de la atención a las víctimas valencianas y a los funcionarios de Muface, mucho me temo que la marcha se convertirá en carrera. Y no es el único ministerio afectado, el aumento de impuestos anunciado no va a llegar ni a tijera de manicura para cortar chapa.
Que la tragedia valenciana no sirva para tapar el rio de fango que está arrollando al gobierno, pero no lo arrastra, no olvidemos lo uno, pero tampoco lo otro, cada día aparecen más asuntos feos que engrosan la trama Koldo/Ábalos/Begoña/Sánchez. Parece que ahora Javier Hidalgo le ha hecho un corte de manga al juez y se halla en paradero desconocido ¿Habrá pensado que, Santa Rita Rita y a mí que me registren? ¿Dónde estará? ¿A ver si va a estar en la cueva refugio y lugar de contubernio, en la que creo han convertido la bodeguita de La Moncloa?
Lo que ya sabemos, la culpa es siempre del cambio climático, el neoliberalismo, el heteropatriarcado y la ultraderecha, nunca del gobierno. Pedro Sánchez está seguro de que a él no se lo llevarán los demonios, igual piensa que su tocayo Pedro Botero es de izquierdas y solo cuece fachas.