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Por Andrés Miguel

Ser un ?perroflauta?


Hace pocos días escuché en la radio cómo algún comentarista acusaba de “perroflauta” al actual Ministro de Consumo del Gobierno Sánchez, el Excelentísimo Sr. D. Alberto Carlos Garzón Espinosa y, oye, me sentó mal... pa´qué voy a engañarte.

 

La RAE, a la que soy aficionado (llámame “perro verde”, no “perroflauta”), recoge por tal las siguientes acepciones: “Persona, generalmente joven y de aspecto desaliñado, que toca la flauta como medio de subsistencia y suele ir acompañada de un perro”, “Persona perteneciente a un movimiento contracultural de influencia hippie que aboga por un cambio en el sistema político y económico vigente “ y “Referido a un perro, que no tiene pedigrí”.

 

La palabreja se popularizó durante las manifestaciones del 15-M de 2011, recordarás las acampadas; tiempo después ha acabado siendo utilizada para designar a cualquier persona con tendencias políticas más bien de izquierda y aspecto personal tirando a guarrete.

 

Ninguna de estas acepciones, ni su uso posterior, definen al Sr. Ministro, por eso es tan injusto que se utilice en su contra. Me veo obligado a salir en su defensa, señoría...

 

El Ministro Garzón no toca la flauta como medio de subsistencia, ni ahora ni antes. Lleva desde que tenía 18 años en la política y nunca le ha faltado un sueldo; ahora tampoco es que necesite mendigar, se mete el pobre en torno a 100.000€ anuales por lo que sea que haga (los partidos del Gobierno se aprobaron recientemente una más que justificada subida salarial, de manera que Pedro Sánchez, cobrará 85.608€, los cuatro vicepresidentes tendrán un salario de 80.463€ y los ministros de 75.531€; pero esto no será lo único que recibirán, no…. A eso hay que sumar 14 pagas mensuales de 917€ - casi 13.000€ al año - para aquellos que fueron elegidos diputados por Madrid u otras 14 de 1.921€ - casi 27.000€ anuales - para los que proceden de otras circunscripciones, al objeto de “afrontar los gastos que les origine la actividad de la Cámara”…. Estas cuantías adicionales, más de lo que muchos cobran trabajando, no se consideran salario y, por tanto, no tributan, quedan exentas de impuestos… eah!!).

 

En resumen, qué mala baba hay que tener para llamar perroflauta al Ministro Garzón cuando es tan evidente que no lo es ni de lejos, ¡con lo bien que le sienta el traje y la barbita recortada en barbería hipster! No me extraña que el del moño quiera controlar la prensa, está tardando.

 

Perroflautas podrían ser los miles de enfermeros que hay en este país, hincándola mañana, tarde y noche por una media de 1.900€ mensuales, esto es, unos 26.600€ anuales (englobando salario base, complemento de destino, turnos, complemento específico, productividad, pagas extras…). Y a tributar por ellos. Lo raro es que no vivan en campamentos.

 

Perroflautas podrían ser los miles de médicos que trabajan en nuestro país, mañana, tarde y noche, por la mitad de lo que ganarían en Alemania o en el Reino Unido, por la cuarta parte de lo que percibirían en Estados Unidos, motivo por el cual, mal que nos pese, en los dos últimos años han emigrado fuera de nuestro país más de 4.500 médicos, por el salario, sí, pero, sobre todo, por la indiscutible precariedad laboral que les persigue aquí, pues son pan de cada día los contratos de meses, de días, ¡¡¡de 1 día!!!...

 

De acuerdo con un informe sobre salarios médicos de España (Medscape), sumando complementos, trienios y otros conceptos, en España la remuneración media de un médico es de 53.000€, si bien, un 46% de médicos menores de 45 años no llega siquiera a los 40.000€ anuales y los MIR, aquellos que están cursando su Residencia, los más jóvenes, si no fuera por las guardias, serían simples mileuristas, aunque contribuyan a la salud de los ciudadanos tanto o más que los mayores.

 

Perroflautas, si me apuras, comparados con el Excelentísimo Sr. Ministro de Consumo seríamos casi el 80% de los ciudadanos, y merecidamente, oiga, porque ninguno llegamos ni de lejos a la genialidad de sus aportaciones al bienestar de todos, a la mejora económica del país y la concordia:

 

Mayo de 2020: “Tenemos un país que se ha especializado en sectores de bajo valor añadido como la hostelería y el turismo”… “Son sectores, además de poco valor añadido, estacionales y precarios. Los hoteles están seis meses abiertos y los otros cerrados, y al final eso nos ha llevado a situación de debilidad estructural que, cuando ocurren cosas como esta, tenemos menos instrumentos para salir adelante”… supongo que intentando salvar la temporada de verano.

 

Junio de 2020: dejando caer la posibilidad de que en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado pudiesen existir “elementos reaccionarios… que asumen como propio el discurso que invita al golpe del Estado”… a punto estuve de hacer las maletas y emigrar, me veía otros 40 años viajando de “extranjis” a Hendaya, Biarritz o Perpignan para ver alguna peli “interesante”.

 

Septiembre de 2020, en Twitter: “La posición de una monarquía hereditaria que maniobra contra el Gobierno democráticamente elegido, incumpliendo de ese modo la constitución que impone su neutralidad, mientras es aplaudida por la extrema derecha es sencillamente insostenible”… acusando al Jefe del Estado de maniobrar contra el Gobierno, así, como que no pasa nada…

 

Febrero de 2021: "no parece que haya una fuente científica suficientemente rigurosa que acredite que las mascarillas FFP2 protegen mejor contra el COVID-19”… pese a que se ha probado que las mascarillas FFP2 son más seguras que las quirúrgicas, como ha recordado en varias ocasiones la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).

 

No me digas tú a mí que el tipo es un perroflauta, los perroflautas somos nosotros que no nos hemos dedicado a la política.

 

Me duele que al pobre le acusen de lo que no es desde el altavoz de la radio u otros insidiosos medios de comunicación, provocando la inquina del país… hay que cerrar las emisoras ya, cuanto antes… Ministro, dales duro… si hay que hacer un esfuerzo y dar por buena la libertad de opinión, vale, mientras opinen lo que nosotros queremos, pero de ningún modo vamos a pasar por el mal uso del lenguaje, eso nunca… sólo falta que me digan que ya no hay que aprobar todo para sacar el bachillerato, venga ya…