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Por Sergio Sanz Herrero

Temporada nueva, vida (más) nueva


Dicen que lo mejor está por llegar y para el Real Valladolid pinta así. Después de muchos años sufriendo, bajando y subiendo de categoría, salvándose en las últimas jornadas con el presupuesto más bajo de la categoría y jugadores sin experiencia en Primera, la llegada de Ronaldo ya se empieza a notar. Pretemporada fuera de Europa, (proyecto de) ampliación de las instalaciones, refuerzos de nombre... Temporada nueva, vida (más) nueva.

 

En esto del fútbol nunca se sabe, pero al menos la plantilla, además de ser una piña, va dando saltos de calidad. Esto no quiere decir que la llegada de Sandro o la de otros posibles refuerzos que mejoren lo presente vaya a significar una salvación anticipada, aunque los recursos que tendrá Sergio González serán más.

 

El técnico tiene clara su idea y en base a ella tratará de construir el mejor equipo. Ya en la temporada pasada se decantó por el 1-4-4-2 que esta contará con más artillería. Todo ello con la intención de que el gol no sea un problema, aunque para ello algunos de los jugadores de ataque deberán recuperarlo.

 

La preocupación este verano estará en las salidas, donde jugadores importantes como Alcaraz o Calero podrían salir. Ya lo advirtió Miguel Ángel Gómez, pese a que señaló que se prepararán ante esos "sustos". No tiene pinta de ser un mercado tranquilo y, como siempre, desde la dirección deportiva trabajarán hasta el último día.

 

Pero ahora la situación es diferente. Si antes al Pucela le costaba más traer jugadores, eso parece haber cambiado. El caso de Sandro es un claro ejemplo. ¿Quién pensaba hace unos años que el Real Valladolid contaría con un jugador así? Cierto es que, en principio, solo lo disfrutará durante una temporada, pero el club blanquivioleta está volviendo a empezar a andar y no se puede correr sin saber hacer lo primero.

 

Los pasos en esta nueva vida deberán ser firmes para crecer progresivamente. Empezar la casa por el tejado creyendo que el Real Valladolid jugará el curso siguiente competición europea sería un grave error. La vivienda deberá comenzarse por abajo, con unos cimientos fuertes para iniciar un camino que suponga el importante -y buscado- cambio.