La etapa de José Ignacio Martínez García (Madrid, 07-03-1989) en el Real Valladolid llega a su fin. Y es que el lateral izquierdo, que aterrizó en el Club en la temporada 2017/2018, no seguirá en el Pucela el próximo curso.

Nacho, quien ha portado el brazalete de capitán y defendido la elástica blanquivioleta durante las últimas cinco campañas, disputó un total de 141 partidos oficiales. De ellos, 81 corresponden a Primera, 52 a Segunda, 4 a la Copa del Rey y otros tantos al playoff de la 2017/2018.

Un largo camino al que puso el broche de oro hace unas semanas con su segundo ascenso con el Pucela, en una temporada en la que jugó 35 encuentros -el segundo mayor registro- y marcó 2 de sus 3 tantos. Su estreno goleador tuvo lugar en Zorrilla en la 2018/2019 con una gran diana que valió tres importantes puntos.

"Siempre comprometido dentro y fuera del campo, el madrileño dice adiós al Real Valladolid, donde creció como jugador y como persona, dejando a su equipo de nuevo en la máxima categoría del fútbol español. Lo hace tras una recta final de un curso en la que aportó su grano de arena anotando uno de los goles en el importante triunfo en Eibar. Una temporada intensa en la que contó con el apoyo de su familia, la cual, también blanquivioleta, aumentó durante estos meses. Gracias por tu entrega, Nacho, y mucha suerte en tu nueva etapa personal y profesional", se señala desde el Real Valladolid en un comunicado.

El jugador ha colgado en sus redes sociales un comunicado para despedirse del Real Valladolid y su afición asegurando "haber dado todoy haber hecho lo posible para seguir disfrutando de estos colores".

De igual modo quiso dar las gracias a la afición y el club por estas cinco temporadas: "Gracias a todos los trabajadores, directivos, técnicos, auxiliares y jugadores que me habéis ayudado a dar siempre lo mejor de mí, pero sobre todo me habéis hecho mejor persona, estoy seguro de ello. "racias a la ciudad y a la afición, me acogisteis con mucho cariño, he pasado momentos maravillosos y disfrutado muchísimo, qué feliz he sido. Me llevo buenos amigos para siempre y sobre todo a mis hijas Olivia y Sofía que siempre serán pucelanas. Y sobre todo gracias a mi familia y en especial a ti, Lucía, por acompañarme en esta aventura, siempre al pie del cañón, motivándome desde la sombra y animándome en los momentos complicados. Mi mayor crítica, pero mi mejor y fiel seguidora . Adiós Pucela, os desearé siempre lo mejor. Nos vemos en los campos".