Inmerso en una situación insostenible, con malas sensaciones y de ridículo en ridículo. Así está el Real Valladolid de, hasta el momento, Paulo Pezzolano, un entrenador en la cuerda floja, que ni siquiera ha sido ratificado por el Club y que está pendiente de que el presidente, Ronaldo Nazário, le salve de caer al precipicio. Los blanquivioletas llevan sin ganar fuera del José Zorrilla desde noviembre, suman solo tres victorias de los últimos 12 partidos, están, además, fuera de los puestos de playoff y a ocho puntos del CD Leganés, el líder de LaLiga Hypermotion. Números que podrían desencadenar una destitución del técnico uruguayo antes incluso del encuentro frente a la SD Eibar, todo un rival directo por el ascenso.

Si echamos la vista atrás, y dejando a un lado el caso de Sergio González porque le destituyeron cuando finalizó la temporada, nos encontramos con similitudes en las últimas destituciones en el Real Valladolid en comparación con la actual situación de Pezzolano. Por ejemplo, la más reciente, en clave Segunda División, fue la de Luis César Sampedro, que estuvo presenciando en directo desde las gradas de A Malata el encuentro entre el Racing de Ferrol y el Real Valladolid. El Club blanquivioleta destituyó al entrenador gallego cuando el Pucela solo estaba a tres puntos del playoff, pero en la undécima posición con 51 puntos, por detrás de Osasuna (51), Tenerife (52), Real Oviedo (53), Granada (53) y Numancia (54), que era el equipo que marcaba la zona de playoff en sexta posición y que acabó disputando la final contra el Pucela de Sergio González.

El anuncio de aquella destitución se produjo el 10 de abril del 2018 y en la jornada 34 tras perder fuera de casa ante el Gimnástic de Tarragona (1-0). Como se puede comprobar, en este contexto temporal, no se encuentran apenas similitudes con la actual situación, pero sí en el contexto clasificatorio. El Real Valladolid afrontó la visita a Tarragona en séptimo lugar y con un punto menos que el playoff. Es decir, las mismas circunstancias que las actuales con las que el Pucela se medirá la próxima jornada al Eibar. Con esa derrota ante el Nástic, los blanquivioletas se desengancharon, a pesar de solo estar a tres puntos de la zona de promoción, y el Club decidió despedir a Sampedro.

Si la entidad, finalmente, no destituye a Pezzolano y lo hace tras una hipotética derrota ante el Eibar se cumpliría el 'maleficio' de Sampedro, que meses antes había cargado en una surrealista rueda de prensa contra la presidencia por haberle ofrecido la renovación antes de saber si cumpliría o no con los objetivos. Felizmente para los intereses del Real Valladolid, los blanquivioletas ascendieron gracias a un gran sprint final con Sergio González ya al mando, aunque se estrenara con derrota en Zorrilla ante el Sporting (0-1), que fue el asaltó en esa jornada, precisamente, el liderato.

En el caso de José Rojo 'Pacheta', el predecesor de Pezzolano, también hay similitudes. Es cierto que la situación deportiva no es comparable porque ni era la misma categoría ni el equipo estaba en descenso. Es decir, que seguía cumpliendo el objetivo porque, al menos, el burgalés mantenía al Real Valladolid fuera de la zona de peligro, aquella que aún muchos temen. Aun así, la situación es similar en cuanto a la racha de resultados y al contexto temporal. Quedaban 11 jornadas para el final (las mismas que ahora) y el Pucela sumaba también tres victorias en los últimos 12 partidos. Todo ello se produjo cerca de unas fechas muy cercanas a las de hoy. A Pacheta la entidad le echó concretamente un Lunes Santo y quedan menos de siete días para que eso se pueda producir, ya que la Semana Santa comienza esta misma semana.