Alegría para los aficionados de la 'Marea Azul' que hicieron volar sus bufandas y dolor para Vilaró, que por protocolo FIBA tuvo que someterse a una prueba
El viaje al pabellón Antonio Garnacho de Valladolid acabó con una nueva victoria para el Balonmano Ciudad de Salamanca. El equipo salmantino tardó poco en demostrar que había entrado con más fuerza a la pista que el filial del Atlético Valladolid y, después de apretar los dientes en el inicio del segundo tiempo, cerraron el tercer triunfo en cuatro jornadas con el 30-32.
Si bien el partido arrancó con un juego más físico que dinámico, dejando tan solo un 0-2 en cinco minutos y con también dos amonestaciones, el BM Salamanca echó a correr sobre la pista y a los 12 minutos ya contaba con una ventaja de seis goles con el 4-10 en el marcador.
Los charros estuvieron impulsados en ataque por Sergio Nicolás, Álvaro Carretero y Egido. Tres jugadores que acabaron el partido con ocho tantos el primero y siete los otros dos. El primer tiempo fue de los visitantes de manera clara, acabando la primera media hora con el resultado de 15-18.
El segundo tiempo comenzó con un gran empuje del Atlético Valladolid a través de Falcucci y Matiás Andrés. La apuesta salió cara para los locales al cerrarse atrás y ser efectivos adelante, lo que les permitió empatar a 22 en diez minutos.
Nicolás Gracia llegó a colocar por delante a los locales con el 25-24, pero ahí quedó la posible victoria vallisoletana. Los salmantinos dieron la vuelta a la situación y comenzaron a ser más eficaces en ambas lados de la pista. Mejoría que acabó dando la victoria con un 30-32 en el marcador.
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