El Pucela hace los deberes en el Hermanos Llana

El Real Valladolid superó (1-4) con merecimiento al Astur de la división preferente astuariana. Los blanquivioletas, pese al susto que tuvieron con el gol local, controlaron el partido en todo momento. Los dos goles de Latasa, que se retiró lesionado, el tanto de Kike Pérez y el de Víctor Meseguer permitieron al Pucela irse a casa con el billete a la siguiente ronda de la Copa del Rey en el bolsillo. Los de Paulo Pezzolano ya piensan en el partido ante Osasuna en el Sadar, donde buscarán una nueva victoria para tener opciones de salir del descenso.

ESTRENO DE LATASA CON LESIÓN

El Real Valladolid comenzó con ganas en el Hermanos Llana, que es lo mínimo exigible para un equipo que tiene la obligación de superar la eliminatoria al enfrentarse contra un rival bastante inferior. Aun así, el Astur, alentado gracias un gran ambiente, plantó cara en los primeros compases hasta donde pudo, ya que la superioridad se evidenció antes de tiempo. Un remate en el minuto 3 de Latasa exigió a Sergio Delgado a hacer una de las paradas de la jornada copera. El cancerbero sacó a bocajarro el cabezazo del delantero pucelano, que se hizo daño en la intentona. Los visitantes querían abrir el marcador cuanto antes y esa intención se manifestó en forma de gol. Otro remate de cabeza de Latasa, esta vez con acierto, batía a Delgado (0-1).

Con el viento a favor y sin ya la presión de estar con el marcador igualado, los blanquivioletas se liberaron en ataque para poner tierra de por medio. El Astur, gracias a la contundencia de sus centrales que no debajan moverse tan fácil a Latasa, seguía metido en el encuentro. De hecho, dio una marcha más hasta el punto de probar a André Ferreira, pero el portero se mostró bastante seguro. El Pucela tuvo que utilizar el contraataque para ir, poco a poco, finiquitando la eliminatoria. Los locales sufrían las acometidas de Amath e Iván Sánchez que, por las bandas, generaban peligro. De una de estas intentonas nació el segundo tanto, pese a que la jugada arrancó en el área del Astur. Kike Pérez circuló el balón, se la dio al propio Amath y este disparo, pero lo repelió Delgado. Latasa, en boca de gol, recogió el rechace e hizo el segundo tanto (0-2).

El delantero se volvía a resentir tras el gol y esta vez parecía más grave de lo debido. El técnico, Paulo Pezzolano, tuvo que sustituirle cuando el ariete se estaba estrenando con la blanquivioleta como goleador en competición oficial. La entrada de Chuki, que estuvo activo y voluntarioso, no modificó en demasía el guion de encuentro. Los visitantes controlaron con relativa tranquilidad el marcador y se fueron al descanso con la mala noticia de la lesión de su fichaje más caro, pero con la eliminatoria, eso sí, en el bolsillo.

SUSTO INICIAL CON REACCIÓN INMINENTE

La reanudación le sentó mejor al Astur que al Pucela, que entró dormido al segundo acto. Los locales se empezaron, poco a poco, a creérselo. Mientras, los visitantes siguieron con la posesión del balón, pero sin profundizar, lo que sí que hicieron los de Pablo Detori. Un buen centro desde la izquierda lo remató al fondo de la red Robi Toral (1-2). Se desataba la locura en el Hermanos Llana, donde se entonó el '¡Sí se puede!'.

Entró, por momentos, el miedo a los visitantes, que reaccionaron de manera inminente. Dos minutos después, un pase filtrado a Chuki, que arrancaba en una situación rigurosa, ya que los aficionados pidieron fuera de juego, acabó en un remate a placer de Kike Pérez, que superaba a Sergio Delgado en área pequeña (1-3). Al haber ampliado la ventaja, los nervios se fueron diluyendo y más con un penalti de por medio. Víctor Meseguer tuvo en sus botas el cuarto tanto, pero no tiró bien desde los once metros. Delgado, el héroe local, volvió a imponerse en su área, a pesar de los tres goles encajados. 

Pezzolano, que agitó la coctelera, dio minutos a Luis Pérez, a Cömert y a Maroto. Este último se atrevió con un disparo lejano que estuvo cerca de sorprender a Sergio Delgado. El Real Valladolid, no obstante, se tomó con tranquilidad el último cuarto de hora para evitar males mayores. De hecho, no paró de generar peligro en busca del cuarto tanto. Luis Pérez se acercó a materializarlo el Hermanos Llana, pero el paló repelió su gran disparo. Meseguer, al final, puso el broche de oro al encuentro con un remate a placer para redondear la goleada del Pucela en Oviedo (1-4).