Perfumerías Avenida estira un poco la manta para cobijarse en una victoria que necesitaba

El regreso a Würzburg tras el parón de Navidad se presentaba para Perfumerías Avenida como una oportunidad y también un posible bálsamo. La oportunidad de reencontrarse con la afición y a su calor intentar sacar adelante un partido mejorando sensaciones y dejando atrás aquellas derrotas previas a la ventana FIBA y el bálsamo si se conseguía resolver el duelo ante Celta con una solvencia que está siendo difícil de encontrar esta campaña. Al equipo le está costando encontrar sensaciones porque el juego no le llega, ni en lo colectivo y de manera puntual lo hace en lo individual con jugadoras por debajo del nivel que se sabe que tienen pero no demuestran. Oportunidades siguen teniendo todas, porque Montañana está empeñada en que todas acaben por entrar. Volviendo al equipo, dependiendo del encuentro se le ha visto descosido, unas veces por el ataque y otros por la defensa y eso ha costado más de un disgusto y también victorias que no han acabado de ser convicentes. Hay momentos que sí se ha visto el Avenida que se espera y la cuestión que no se acaba de desentrañar es por qué no se consigue dar continuidad a eso.

Un poco resumen de todo ello se vio en un primer cuarto ante Celta en el que el principal problema vino desde la defensa donde se trabaja con ayudas que no funcionan porque no hay retorno a la jugadora que toca y si los primeros tiros del rival encuentran aro ahí decrece la confianza y aumenta la del contrario. Sucedió ante los lanzamientos de Samson y en especial Cooper que hizo daño ante los despistes de Koné, que se fue rápido al banquillo. También en el rebote se concedió al rival y esas segundas opciones permitían a Celta mandar en el marcador pese a los puntos de Carter e Iyana Martín, que con dos triples consecutivos, equilibraba la situación. En todo caso Avenida se iba por debajo en ese primer cuarto y lo que debía preocupar no era tanto el ir perdiendo por tres puntos de diferencia como el haber encajado 26 puntos en ese primer cuarto.

Cambio de cuarto y, como si se entrara en otro partido, mejora defensiva para dejar en tres puntos en más de cinco minutos al Celta mientras en ataque a falta de acierto en el tiro de tres, el regreso de Martín a la pista significó un alivio para surtir de balones a las interiores, primero a Fasoula -por fin dos balones con ventaja para la griega-, y después a Koné. Con esa mejora atrás, recuperaciones y poder correr y un triple de Carter en transición que ponía la máxima para las locales, 40-31 a 2'34" para el descanso.

Muy activa la escolta norteamericana, su actividad al rebote permitía a Avenida remontar en ese apartado estadístico además de aportar nuevas opciones al ataque y Montañana pedía tiempo muerto a medio minuto del final del cuarto para intentar salvaguardar, o en lo posible, aumentar el +10 a su favor. Buen juego entre pívots, que también había aparecido en este parcial, y Koné al tiro libre aunque una falta que también la pitaron a la de Mali en el último segundo dejó las cosas en un 45-35 antes de la bocina.

Parcial de 5-0 en el retorno al juego, puntos que llegaban después de dos buenos movimientos de balón aunque un par de concesiones en el rebote permitían a Celta devolver el golpe. Para revés el que se llevó Guirantes en una pelea bajo su aro que acabó con ella en el banquillo tras el impacto que sufrió alrededor del ojo. Y detrás de ella la que caía era Laura Gil, que se quejaba de una rodilla tras una pelea al rebote con Cooper. Había empezado bien el parcial pero la suma de infortunios hacía perder ritmo al equipo azulón mientras su rival lo aprovechaba para acercarse con los puntos de Tadic. Llegaba oportuno el triple de Vilaró para cortar el parcial en contra.

Como buena noticia Guirantes y Gil volvían de la mano a la pista y el acierto desde el tiro libre de Fasoula devolvía el +10 al equipo salmantino que cerraba el cuarto con un pase por la espalda de Domínguez que, aunque no acabó en canasta, sí se cobró una falta y desde la línea de personal Guirantes situaba el 63-51 para la recta final.

Rescatable del duelo un mayor orden ofensivo y ver a piezas como Fasoula siendo más ella misma. Puntos de la griega y Laura Gil para el 67-52 con el que Cantero pedía tiempo muerto a 7'42" para el final. Protagonistas las dos interiores a las que Silvia Domínguez buscaba. Avenida había conseguido estirar la manta y caminaba cómodo y cobijado hacia el final de partido. Como debe se relajó antes de tiempo y eso le dio a Celta para mejorar su marcador.