Si ayer Feijóo trató de desmontar con datos el triunfalista relato de Sánchez, que acabó poniéndose a la defensiva en algunos momentos del bronco debate plagado de agrias descalificaciones personales, hoy Sánchez acudió a la sesión de control para volver a hacer un mitin electoral, no responder a ninguna de las preguntas de la oposición, amenazar a las comunidades autónomas y repetir sus promesas en materia de vivienda, imposibles de cumplir.

Mientras Sánchez afirmaba en el Senado que va a construir 20.000 viviendas en terrenos del Ministerio de Defensa, Feijóo desplegaba su sarcasmo anunciando "el milagro de los panes y de los pisos" y aseguraba que "vengo a derogar el sanchismo", una frase que se va a convertir en el eslogan electoral del PP.

La promesa de las 20.000 viviendas para construir en terrenos del Ministerio de Defensa se suma a las 50.000 de la Sareb que Sánchez anunció el lunes de la semana pasada y a las 43.000 que anunció al día siguiente, que se iban a construir con un crédito de 4.000 millones del ICO. Si hacemos la suma, son 113.000, pero Sánchez aseguró ayer en el Senado y ha repetido hoy en Congreso que su Gobierno va a "movilizar 183.000 viviendas" para alquiler a precios asequibles. En el mejor de los casos, las cuentas no cuadran.

Pero sobre todo, puede resultar sorprendente que un Gobierno nacional se comprometa a constuir viviendas, un asunto sobre el que no tiene competencias, ya que están transferidas a las comunidades autónomas. Lo único que el Gobierno puede hacer a este respecto es poner suelo a disposición de comunidades y Ayuntamientos.

En este sentido, la Ministra de Defensa ha asegurado hoy que la ley impide que el Ministerio de Defensa ceda terrenos de forma gratuita, incluso aunque se trate de cuarteles o instalaciones en desuso. Para darles un uso diferente al que están destinados tienen que ser vendidos. Se trata de un procedimiento administrativo complejo, en el que tendrían que ser primero vendidos a la Entidad Pública Empresarial de Suelo (SEPES) y posteriormente cedidos, vendidos o intercambiados por un convenio por otros terrenos a las comunidades autónomas o a los Ayuntamientos.

De la complejidad de este proceso puede darnos una idea la llamada Operación Campamento, para construir 12.000 viviendas en el suroeste de Madrid en terrenos del Ministerio de Defensa. El proyecto comenzó a gestarse en 1996 y no fue hasta 2005 cuando el entonces alcalde de Madrid Alberto Ruiz-Gallardón y José Bono, ministro de Defensa, firmaron un convenio para derribar los 11 cuarteles abandonados en la zona para construir 15.000 viviendas en 15 años. También se trató entonces  el soterramiento de la A-5 y la creación de un túnel en la Avenida de los Poblados.

A dia de hoy el proyecto no tiene todavía luz verde definitiva, aunque Sánchez anunció en el debate del Estado de la Nación en julio del año pasado, que iba a desbloquearlo. Pero todavía no hay acuerdo entre el Ministerio de Defensa y el anterior Ministerio de Fomento, ahora de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA) para la cesión del terreno. Si todo va bien las obras de la primera fase podrían comenzar en 2024 y las primeras viviendas podrían estar listas en 2026. En principio, de las finalmente 12.000 viviendas el 60% serían protegidas. 

Han pasado 27 años y al menos hasta dentro de otros tres, en el mejor de los casos, nadie podrá beneficiarse de una vivienda protegida en Campamento. Esotos son los ritmos de estas operaciones, lo mismo o muy parecido ha ocurrido con Madrid Nuevo Norte, y aunque podrían acelerarse, desde que el suelo esté identificado, cosa que de momento no ha ocurrido, pasarían al menos 8 o 10 años hasta que las viviendas estén terminadas.  

En este sentido, cabe recordar que el Gobierno de Pedro Sánchez lleva prometiendo viviendas desde 2028 y ninguna de esta promesas ha comenzado ni siquiera a ponerse en marcha: 

En julio de 2018, Ábalos prometió 20.000 viviendas para alquiler social "durante los próximos cuatro o seis años". El plazo se cumple a finales de este año

En febrero de 2021, Pedro Sánchez anunció la movilización de 26.000 viviendas de la Sareb y de los bancos para ser destinadas a alquiler social. Aseguró entonces que 5.000 serían entregadas "de inmediato" y las otras 5.000 "a medio plazo". Tampoco se ha entregado ninguna.

En marzo de 2021, Ábalos anunció que se iban a destinar a vivienda 2.000 millones de euros más de los presupuestados, gracias a los fondos europeos.Ese dinero nunca se adjudicó ni se ejecutó.

En marzo de 2021, de nuevo Ábalos subió la apuesta y anunció 100.000 viviendas destinadas a alquiler social. Ha día de hoy no se ha iniciado la construcción de ninguna.

En junio de 2021 el Gobierno anunció un nuevo plan para vivienda social de la Sareb con alquileres de entre 150 y 350 euros mensuales a los que tendrían acceso prioritario las víctimas de violencia de género o personas sin hogar. Tampoco se ha vuelto a saber nada de este plan.

En septiembre de 2021 la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, anunció 5.520 millones de euros para vivienda y alquiler social. Tampoco hay noticias de este dinero.

En octubre de 2021 Sánchez anunció en Mérida la construcción de 100.000 viviendas, un tercio de ellas se destinarían al alquiler para presonas jóvenes. Tampoco se ha iniciado ningún proyecto en este sentido.

En octubre de 2022, Sánchez anunció el desbloqueo de la Operación Campamento, que a día de hoy sigue pendiente del convenio entre Defensa y el MITMA para la cesión de los terrenos.

En octubre de 2022, el presidente anuncia que pondrá viviendas de la Sareb a disposición de las comunidades autónomas de forma gratuita para alquiler social. Esta promesa, pese a no ser cuantificable, tampoco se ha cumplido.

El pasado lunes 17 de abril Sánchez anuncia que de las 46.000 viviendas de la Sareb, él destinará 50.000 (sí, así es la aritmética electoral del presidente) a alquiler social.

El martes 18 de abril anunció la constucción de 43.000 viviendas, no sabemos dónde, con un crédito ICO de 4.000 millones de euros. 

Ayer mismo, Sánchez anunció la construcción de 20.000 viviendas en terrenos del Ministerio de Defensa.

Queda todavía más de un mes para las elecciones del 28 de mayo, por lo que no sería extraño que Sánchez siga obrando el milagro de los pisos, aunque todo parece indicar que después de esa fecha el ímpetu consturtor del presidente volverá a desvanecerse, al menos hasta la campaña de las generales de diciembre.