Aprobar este impuesto es uno de los compromisos a cumplir para recibir el quinto pago del plan de recuperación
LVD Cuando eres demasiado pequeño para seguir
Durante los últimos meses estamos viendo como se desmoronan bancos en EEUU que pese a no ser pequeños en una escala global -la fuga de depositos del First Republic Bank ha sido de 100.000 millones de dólares- si lo son en la escala de la primera economía del mundo, donde ocupa el puesto 14 -con un tamaño muy parecido al del Silicon Valley Bank-. El "Too Big to Fail", se da inexorablemente la vuelta en unos bancos que tienen un límite al crédito del mercado para poder hacer frente a su corralito particular.
El problema viene de lejos y afecta a todas las economías occidentales. El exceso de liquidez inyectado desde los Bancos Centrales que aún queda en el sistema hace que los bancos no remuneren los depósitos en la medida en que tienen más barato el acceso a los mercados. La no remuneración de los depósitos en un entorno inflacionista con una subida de tipos que provoca una caida de los bonos y con ello un incremento de la rentabilidad que las nuevas emisiones tienen que ofrecer, genera una migración de depósitos hacia la deuda pública -de nuevo las colas en el Banco de España-, que cuando alcanza ciertos niveles que superan la exposición que el mercado esta dispuesto a tener frente a un banco "no sistémico" -por ser este "demasido pequeño para seguir"-, la amenaza del corte de los flujos de deuda con los que poder atender a la fuga de depósitos sin tiempo de reacción por parte del banco para iniciar una campaña de remuneración de pasivos a tiempo, termina por provocar su colapso.
El impacto sistémico es bajo si no termina por afectar a los grandes bancos con barra libre en los mercados de capitales, pero medidas como las anunciadas hace unas semanas por la Sra. Lagarde, de empezar a retirar liquidez del sistema mediante la no renovación de operaciones de préstamo a más largo plazo y la retirada paulatina de compras de bonos privados a partir del próximo mes de junio hacen temer que podamos tener imagenes parecidas en Europa, pero sobre todo un renacer de las campañas de remuneración de pasivos por parte del sector bancario.
Confiemos en que las barbas cortadas de nuestros vecinos nos hagan reaccionar a tiempo aunque eso impacte negativamente en la cuenta de resultados de dichos bancos, metidos en esa loca carrera frente al precipicio enla que gana el que frene más tarde. O no.