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Clásico

Una pasarela para observar de cerca La Fontana de Trevi, última y discutida ocurrencia

Un experimento que permitirá evaluar la futura entrada de pago y que ha desatado la polémica entre los comerciantes de la zona

Una pasarela para observar de cerca La Fontana de Trevi, última y discutida ocurrencia
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Teresa Sánchez
Teresa Sánchez
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La Fontana de Trevi es la fuente más monumental de Roma y una de las más hermosas del mundo. La historia de esta fuente se remonta a los tiempos del emperador Augusto. Según la leyenda, fue una misteriosa doncella la que indicó al general Agripa el emplazamiento del manantial, en las afueras de Roma. Para traer el agua a la ciudad, Agripa construyó un acueducto (terminado el año 19 a.C.), que en honor de aquella doncella se llamó Acqua Virgo.

La monumental fuente fue construida en el siglo XVIII por un hombre casi desconocido, llamado Nicola Salvi, que sorprendió a todo el mundo con este diseño asombroso. Los trabajos para su construcción se prolongaron durante 30 años y acabaron arruinando la escasa salud de Salvi, que murió sin poder acometer otros proyectos y sin ver terminada su extraordinaria fontana.

Ahora vive rodeada por la polémica porque ha estrenado una pasarela que permite observar de cerca, mientras se restaura, uno de los monumentos más emblemáticos de Roma, un experimento que permitirá evaluar la futura entrada de pago y que ha desatado la polémica entre los comerciantes de la zona.

"La perspectiva es realmente espectacular", dijo en la inauguración el alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, mientras caminaba por la peculiar instalación, que "permitirá un disfrute verdaderamente único incluso durante estas importantes obras.

La famosa fuente, joya del barroco romano, es una meta para turistas de todo el mundo, que cada día visitan entre 10.000 y 12.000 personas al día, según fuentes del Ayuntamiento.

La plataforma panorámica llega tras otra controvertida instalación levantada en la fuente durante los trabajos de restauración, una especie de bañera para que los turistas puedan cumplir con la tradición de lanzar una moneda mientras la famosa fuente permanece vacía.

Los comerciantes piden que se retire

Los comerciantes de la plaza creen que esta estructura de metal daña la monumental obra del Barroco integrada en la fachada renacentista del Palazzo Poli y el próximo lunes tiene previsto reunirse con el concejal de Turismo de la capital, Alesandro Onorato, y la de Comercio, Monica Lucarelli, para pedir que se retire.

 

La polémica pasarela también permitirá al Ayuntamiento estudiar su plan para regular el número de turistas que visiten el monumento y valorar si finalmente se cobrará por acceder a las escaleras que conducen hasta la fuente.

Desde ahora limitará la entrada en la plataforma a entre 100 y 130 personas aproximadamente, aunque esa cifra puede variar, para que pueden observar a la vez los detalles del conjunto escultórico dominado por la imponente representación del mar de la Fontana, levantada en 1762 sobre uno de los acueductos de la antigua Roma por el papa Clemente XII.

Obras

Los turistas, en general, se muestran gratamente sorprendidos por la visión que proporciona la pasarela.

Las labores de restauración que comenzaron el pasado 7 de octubre deberían finalizar, según prevé el Ayuntamiento, antes de que comience el próximo 24 de diciembre el Jubileo, un año santo en el que se espera que unos 30 millones de peregrinos lleguen a Roma, la ciudad más visitada de Europa en 2023 con 50 millones de turistas.

Tras las obras, la pasarela será desinstalada, pero se mantendrá un sistema de contención inicialmente gratuito para evitar las aglomeraciones en torno a este monumento, escenario de grandes escenas del cine, que podría terminar siendo definitivo.

La polémica en torno a la Fontana nació hace unos meses cuando Onorato planteó que los visitantes pagaarán dos euros por acceder a las escaleras.

No es la primera vez que una pasarela cruza el vaso de la Fontana de Trevi, también se colocó durante los casi 17 meses de su última limpieza, que concluyó en noviembre de 2017 con el mecenazgo de la firma romana Fendi, que en 2016 celebró sus 90 años de historia con un desfile sobre sus aguas dirigido por Karl Lagerfeld.