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El Salvador cae frente al Recoletas Burgos Caja Rural en un partido marcado por la intensidad

Ambos equipos saltaron al campo con el objetivo claro de imponer su juego, ofreciendo un duelo muy igualado en los compases iniciales

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El Salvador cae frente al Recoletas Burgos Caja Rural en un partido marcado por la intensidad
Tania Díez Perea
Tania Díez Perea
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El Salvador no pudo solventar con victoria su visita al conjunto burgalés, que supo controlar el partido, gracias a una gran defensa, que impidió que fructificaran las llegadas de los vallisoletanos a la línea de 22 local y que, además, tuvo más efectividad en su juego de ataque, en un partido intenso marcado por la lluvia y el viento.

Este encuentro prometía intensidad desde el primer minuto, y no defraudó. Ambos equipos saltaron al campo con el objetivo claro de imponer su juego, ofreciendo un duelo muy igualado en los compases iniciales. Sin concesiones en defensa y con una gran disputa en cada ruck, la batalla por el control del oval fue constante. La primera ventaja en el marcador llegó de la mano de Guillermo Mateu, que transformó un golpe de castigo con precisión, adelantando a los burgaleses.

A pesar del ímpetu inicial del Chami, los locales demostraron una gran solidez defensiva, dificultando los intentos visitantes de romper la línea de ventaja. Bien ordenados atrás, y con placajes efectivos, los anfitriones frenaron las acometidas rivales e intentaron imponer su juego con fases largas y posesión controlada. Sin embargo, los vallisoletanos no bajaron el ritmo y siguieron presionando cada salida del Burgos, forzando errores y buscando espacios para generar peligro.

El choque se convirtió en un intercambio de golpes, con ambas escuadras buscando la mínima oportunidad para avanzar y acercarse a la zona de ensayo. La intensidad fue en aumento, y aunque Recoletas Burgos logró mantener el equilibrio en el juego, los chamizos demostraron una gran capacidad de recuperación defensiva, evitando que el rival pudiera entrar en su línea de 22. La muralla defensiva blanquinegra, bien organizada y con placajes contundentes, impidió cualquier intento de avance del Burgos, frustrando sus opciones de ataque.

Aprovechando una infracción de Burgos, los chamizos tuvieron la oportunidad de recortar distancias con un golpe de castigo ejecutado por Facundo Munilla, que pasó el oval entre los palos y dejó el marcador en 3-3. Este tanto dio confianza a los visitantes, que intentaron ganar metros con un juego más directo.

Poco después, llegó el golpe definitivo de la primera mitad. El cuadro burgalés, con un ataque bien estructurado y aprovechando los espacios creados tras varias fases de juego, logró romper la resistencia chamiza. El esfuerzo culminó en el ensayo de Andrés Masuyama, quien encontró el hueco para posar el oval en la zona de marca. La posterior transformación de Mateu sumó dos puntos más al marcador, dejando un 10-3 a favor del equipo local, con el que se llegó al descanso.

Al comenzar la segunda parte, los vallisoletanos saltaron al campo con una energía renovada, dispuestos a imponer su juego en el campo de Bienvenido Nieto. Su intensidad aumentó significativamente, lo que se reflejó en la ejecución de melés más poderosas y una mayor presión en las fases estáticas. La defensa del Chami, sólida y bien organizada, provocó que los jugadores del Recoletas Burgos cometieran varios errores, lo que dio alas a estos para capitalizar algunas oportunidades y mantener el ritmo del partido.

La igualdad entre los dos contendientes mantuvo la tensión en el aire, ya que cualquier acción podía marcar la diferencia en el resultado final. El Recoletas Burgos, además, sufrió una baja importante al quedarse con uno menos en el minuto 59, lo que complicó su situación en el campo. A pesar de este inconveniente, el duelo siguió siendo muy competido, con ambos equipos mostrando una gran determinación y compromiso en cada jugada, y conservando una intensidad similar a la de la primera parte.

La defensa férrea de los vallisoletanos dificultó enormemente los intentos del Recoletas Burgos por llegar a la línea de marca y, a pesar del esfuerzo de los blanquinegros, con múltiples "pick and go", que consiguieron desconcentrar en varios momentos a los burgaleses, los locales se mantuvieron firmes. Finalmente, ese empuje local, se tradujo en una nueva marca, que subiría el definitivo 15-3 al electrónico.