Iñaki Martín: "Lo único que quiero es que la misma ambición que tengo yo, la tenga el resto"

El UEMC Real Valladolid Baloncesto ha celebrado este jueves la puesta de largo de su nuevo entrenador, Iñaki Martín. El guipuzcoano de nacimiento y vallisoletano de adopción asumió el mando este pasado miércoles durante la primera sesión de entrenamiento, e hizo lo propio este jueves en la sala de prensa del polideportivo Pisuerga ante la presencia de los medios de comunicación. Tras una breve introducción del director general del Club, Quique Peral, Martín ha querido exponer las razones por las cuales ha decidido coger las riendas del equipo.

Una de ellas es la facilidad que ha puesto Casademunt Zaragoza y, por consiguiente, Porfi Fisac, para que pudiera salir de la entidad rumbo a Valladolid. A pesar de que medios locales han publicado su poco entendimiento con el técnico vallisoletano, el nuevo entrenador del Pucela Basket se ha defendido asegurando que si no tuviera con él buen feeling, no habría podido salir del Club aragonés, como finalmente ha hecho. Es más, ha reconocido que confía "mucho en él", y hasta que no le ha comentado que la decisión no iba a afectar al Zaragoza, no ha hecho las maletas. "Es un Club que me ha demostrado mucho cariño y predisposición de que fuera feliz. Tengo un sentido de responsabilidad con un contrato firmado. Si mi salida hubiera afectado, no me hubiera ido", explicó.

Además, preguntó al propio Club blanquivioleta y a su director deportivo, Pepe Catalina, si le veían "capacitado para revertir la situación" o si le han fichado porque le debían "algo del primer año". "Si vengo aquí, es porque me han transmitido que soy capaz de sacarlo adelante, no porque me deban algo. También dejé en Zaragoza a dos muy buenos entrenadores ayudantes. Esas son las dos razones fundamentales para, finalmente, recalar en Valladolid", apuntó. También se acordó de Alejandro Paniagua y Álvaro Díaz, ya que confiesa que les comentó que no iba a ser "tan prepotente" como para pensar en que si el equipo gana a Morón, iba a ser por él. "Puedo meter alguna cosa para cambiar mentalidades, pero no se gana por mí, sino por un trabajo previo. No tengo la capacidad de cambiarlo todo en tres días con dos entrenamientos porque es imposible", revela.

No obstante, dejó claro que hay que cambiar "aspectos", o bien con fichajes, si la economía del Club lo permite, o bien por el rendimiento de los jugadores: "A mí darme los palos que sean en cuestión de juego, pero no a los jugadores. Os vamos a necesitar. Esto no va a ser fácil... ojalá me equivoque. Creo que lo vamos a sacar, y si no lo creyera, no estaría aquí. Los jugadores están súper dispuestos a sacar esto adelante. Estoy entrenando para ganar a Morón, no estoy entrenando como lo haría yo, sino para ganar porque esto va de ganar".

"Entiendo que el Club tenga sus limitaciones. Esto va de gestionar lo que tienes, no lo que no tienes. Necesito otro base, un '4' abierto más... pero es imposible. Vamos a confiar en los jugadores que tenemos, que se les puede sacar partido. La situación es de emergencia. Lo único que quiero es que la misma ambición que tengo yo, la tenga el resto. He firmado hasta final de temporada. Si quiero continuar más, me lo tendré que ganar. Prefiero no renovar con el equipo en LEB Oro, a que el Club quiera renovarme aun habiendo bajado", añadió.

Por último, destacó el aspecto psicológico. En este sentido, quiere que Agustí Sans, por ejemplo, sonría más. "Si consigo sacarle una sonrisa, ya hemos ganado algo. Quiero que disfrute, que se suelte, que defienda... Hay que decir a Mike o a Vucetic que son importantes... Ahora mismo los jugadores estaban dudando de todo... de todo lo que hacían individualmente", sentenció.